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La albuminuria es un biomarcador clave en la evaluación del daño renal temprano, especialmente a nivel glomerular. Su detección y cuantificación permiten identificar nefropatías incipientes, estratificar el riesgo de progresión a enfermedad renal crónica (ERC) y evaluar el impacto del daño endotelial sistémico en pacientes con alto riesgo cardiovascular. Las guías KDIGO 2022 establecen la albuminuria como un marcador central en la clasificación del daño renal, categorizándola en tres niveles:

  • A1: <30 mg/g Cr (normal o levemente elevada)
  • A2: 30-300 mg/g Cr (moderadamente elevada, «microalbuminuria»)
  • A3: >300 mg/g Cr (marcadamente elevada, «macroalbuminuria»)

Metodología de análisis para la albuminuria

La evaluación de la excreción de albuminuria se realiza preferentemente mediante la medición del cociente albúmina/creatinina (RAC) en la primera orina de la mañana, dado que esta metodología presenta una menor variabilidad intraindividual y una mejor correlación con la excreción total diaria. No obstante, dicho parámetro también puede determinarse en muestras de orina aislada o en recolecciones de 24 horas.

Importancia de la detección temprana

La albuminuria es un marcador clave de daño renal temprano, reflejando alteraciones en la permeabilidad glomerular. En pacientes diabéticos, su presencia indica un mayor riesgo de nefropatía diabética, una complicación microvascular que puede evolucionar hacia enfermedad renal crónica terminal. Además, se ha consolidado como un predictor independiente de morbilidad cardiovascular, ya que incluso niveles bajos se asocian con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares en esta población.

Por ello, la monitorización regular de la albuminuria en pacientes diabéticos e hipertensos es fundamental para detectar alteraciones renales y cardiovasculares en etapas tempranas. Esta vigilancia permite intervenciones oportunas que pueden retrasar la progresión del daño renal y reducir las complicaciones asociadas, mejorando el pronóstico del paciente.

Optimización de los resultados: Tipos de muestras y recomendaciones para medir la albuminuria

A continuación, se comparan los distintos tipos de muestras utilizados para la cuantificación de albuminuria, destacando sus ventajas y limitaciones tanto desde el punto de vista analítico como clínico.

Tipo de muestraPrimera Orina matinalOrina ocasionalOrina 24 horas
        Ventajas y desventajas  Proporciona un resultado más preciso ya que refleja la excreción urinaria de albúmina en condiciones de concentración máxima, minimizando la variabilidad asociada al estado de hidratación    Se utiliza como screening ya que la variabilidad en la concentración de albúmina puede ser mayor debido a fluctuaciones en la hidratación y actividad física.  Permite una medición precisa de la excreción urinaria total de albúmina. Sin embargo, su principal inconveniente es la dificultad en la correcta recolección de la orina de 24 horas, lo que puede afectar la fiabilidad del resultado.  
  Elevaciones transitorias de albuminuria que invalidan la prueba    Ejercicio intenso 48 h previas, dieta hiperproteica, infección urinaria, hematuria, síndrome febril agudo, insuficiencia cardíaca congestiva, mal control glucémico, HTA no controlada, contaminación de orina con flujo vaginal o secreción uretral.

Para garantizar la precisión en la medición de la albuminuria, es fundamental seguir las indicaciones del laboratorio en la recolección de la muestra, asegurando así su calidad preanalítica. Se recomienda utilizar la primera orina de la mañana. Además, es importante evitar factores que puedan alterar el resultado, como el ejercicio intenso previo a la toma de muestra, y descartar la presencia de infección urinaria mediante un urocultivo cuando sea necesario.

En el marco del Día Mundial del Riñón, es esencial destacar la importancia de la albuminuria, no solo como un marcador temprano de daño renal, sino también como un indicador clave en la evaluación del riesgo cardiovascular y metabólico. Su adecuada interpretación en el contexto clínico mejora la estratificación del riesgo y orienta la toma de decisiones terapéuticas, lo que resulta en una intervención más oportuna para los pacientes con alto riesgo de progresión a enfermedad renal crónica (ERC) y complicaciones cardiovasculares.

Desde Abraham Laboratorios, promovemos un enfoque integral, donde la prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales para reducir la carga de las enfermedades renales y mejorar el manejo de los pacientes. La colaboración estrecha entre profesionales de la salud y el laboratorio es clave para avanzar hacia tratamientos más eficaces y personalizados en el cuidado renal.

Para mayor información o consultas:
Área Química Clínica y Endocrinología
Bioq. Ana Carolina Padrón
quimicaclinica@abrahamlaboratorios.com.ar
Bioq. esp. Susana Estévez
endocrinologia@abrahamlaboratorios.com.ar