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El Virus del Papiloma Humano (HPV) es la infección de transmisión sexual más frecuente y un factor clave en el desarrollo del cáncer cervical.

La infección se sospecha a partir de un resultado de citología anormal en un estudio de citología cervical. La prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) ha demostrado ser una herramienta diagnóstica altamente sensible y específica para identificar el ADN viral.

En el laboratorio realizamos la prueba de PCR para HPV que nos permite identificar la presencia de HPV de genotipos 16, 18 y otros de alto riesgo. Para ello les proporcionamos a los médicos/as ginecólogos/as cepillos para la toma de muestra endocervical y un recipiente con el medio adecuado para su conservación hasta el envío al laboratorio.

 

La identificación de los genotipos de alto riesgo mediante PCR en tiempo real permite una estratificación del riesgo en pacientes con infección por HPV, facilitando la toma de decisiones clínicas en el manejo de lesiones intraepiteliales de alto grado y la prevención del cáncer cervicouterino.

El cáncer cervicouterino es una enfermedad prevenible mediante la vacunación contra su agente causal, el Virus del Papiloma Humano (HPV), y también mediante la detección y tratamiento de lesiones precancerosas. Sin embargo, a pesar de las estrategias diagnósticas actuales, este tipo de cáncer es todavía una causa importante de muerte en mujeres, en particular en la Región de las Américas1. El HPV es reconocido como la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial. Se estima que alrededor del 80% de las personas sexualmente activas contraerán el HPV en algún momento de sus vidas2. En su mayoría, las infecciones son transitorias y asintomáticas pero ciertos tipos de HPV, particularmente los de alto riesgo, están fuertemente asociados con el desarrollo de cáncer cervical y otras patologías anogenitales y orales. En particular, los genotipos 16 y 18 son los responsables del 70% de los casos de esta enfermedad. Por otro lado, los genotipos llamados de bajo riesgo, como los 6 y 11, son responsables de verrugas genitales benignas. En este contexto, la detección e identificación temprana y el seguimiento adecuado son fundamentales para prevenir la progresión a cáncer.

Genotipificación del ADN viral

La prueba PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) ha emergido como una herramienta diagnóstica clave en la detección del ADN del HPV, ya que permite la amplificación y detección precisa del ADN del virus, facilitando la identificación de infecciones activas y la determinación de los genotipos virales presentes3.

La prueba de PCR en tiempo real se utiliza para amplificar el ADN viral presente en la muestra. Este método permite detectar los diferentes tipos de HPV, detectando la presencia específicamente de los genotipos 16, 18 u otros genotipos de alto riesgo (31, 33, 45, 52, 58, entre otros). Otra técnica alternativa para la detección del ADN del HPV es la prueba de captura híbrida. Sin embargo, esta prueba no tiene la capacidad de diferenciación entre los distintos genotipos del virus.

El tamizaje primario para el cáncer de cuello uterino con test de HPV, de manera complementaria al estudio de la citología cervical, constituye un avance significativo en la detección de HPV. La implementación de este algoritmo diagnóstico, permite garantizar un manejo adecuado de las pacientes en riesgo y fomentar un seguimiento oportuno.

Referencias:
1. Análisis de situación del cáncer cervicouterino en la Región de las Américas (iris.paho.org)
2. sogiba.org.ar
3. fasgo.org.ar

Para mayor información o consultas:
Área Biología molecular y Genómica
Dra. Maia Uriarte
Biotecnóloga
genomica@abrahamlaboratorios.com.ar